
Cómo adiestrar un perro desde 0: Encuentra su motivación
Educar a un perro es un acto sencillo cuando conocemos y entendemos la metodología de trabajo que se debe seguir con ellos. Es cierto que a día de hoy, vivimos en una sociedad en la que la mayoría de ellos tienen problemas de comportamiento o nunca han sido educados. Para comenzar a educar a un perro es imprescindible conocer los tipos de adiestramiento que se utilizan: el adiestramiento positivo, adiestramiento de castigo y el adiestramiento combinado.
Tipos de adiestramiento
El adiestramiento positivo está basado en el respeto hacia el perro. Esto no implica que no haya disciplina, pero sí evitar crear miedo o causar dolor. El adiestramiento positivo ofrece recompensas a cambio de comportamientos que nosotros esperamos de nuestra mascota.
Se ha demostrado que el adiestramiento de castigo no da tan buenos resultados como el adiestramiento positivo y además puede generar problemas de comportamiento en nuestro cánido. Este método basado en el miedo y dolor se sigue utilizando actualmente en ciertos lugares e incluso por profesionales pero hay que tener en cuenta siempre el bienestar del animal.
El adiestramiento combinado utiliza ambos métodos de educación en el que se premia por un comportamiento que queremos y se castiga por uno que no. Es necesario entender que, cuando un perro ladra y no queremos que eso suceda, podemos ponerle un collar antiladridos el cual le va a castigar cuando lo haga y va a acabar dejando de ladrar por el miedo al collar, pero esto no soluciona su frustración o estrés por aburrimiento o falta de ejercicio.
Conocer a tu perro para poder adiestrarlo
Para comenzar el adiestramiento de un perro es muy importante tener en cuenta todos los factores que lo diferencian de los otros, ya que, aunque haya unas pautas básicas de educación, no todos van a responder de la misma manera.
La raza. Es un factor a tener en cuenta a la hora de enseñarles comportamientos o acciones. Aunque cada perro tiene un temperamento único, este suele venir influenciado por la raza, o razas de la que proviene.
La edad. Adiestrar a un cachorro suele ser más sencillo que a un adulto, digamos que el cachorro viene con la mente en blanco y nosotros la vamos dibujando con lo que queremos que aprenda, mientras que uno adulto ya ha construido un comportamiento por lo que no es enseñarle a hacer algo sino corregir lo que él cree que está bien.
Experiencias vividas. Cuando hablamos de experiencias vividas tenemos que pensar en un perro que ya ha vivido un período lo suficiente como para formar su carácter. Es más sencillo educar a un perro que sus experiencias hayan sido positivas ya que será más fácil motivar y hacer que confíe en ti. Los perros que han sufrido malas experiencias necesitarán más esfuerzo ya que se necesita más trabajo para que el perro confíe en ti o en lo que hace.
Tu objetivo principal para querer adiestrarlo
Debemos tener en cuenta el objetivo principal del adiestramiento ya que no requiere el mismo esfuerzo trabajar un comportamiento, que enseñarle un truco a nuestro perro.
Trabajar un comportamiento
El hecho de trabajar una conducta requiere un período de análisis para saber por qué se comporta así, seguido de un plan de acción para corregirlo. Si por ejemplo queremos saber como adiestrar a un perro para que no tire de la correa debemos entender por qué lo hace. Quizá esté ansioso por bajar al parque a correr, puede ser porque ha visto algo que quiere perseguir u otro perro con el que jugar, puede que tenga miedo por alguna razón (como el paso de un autobús, un pitido de bocina…).
Una vez sabemos qué causa este comportamiento debemos poner en práctica el plan de acción. Si en este caso el perro tiene muchas ganas de llegar a un sitio y lo que hace es tirar para llegar antes, debemos enseñarle que no por ir más ansioso va ha llegar antes. Lo que podemos hacer cuando tire es pararnos y esperar a que deje de tirar, cuando lo haga lo recompensaremos con un premio o con una palabra que demuestre que nos ha gustado su comportamiento, de esta manera el perro comienza a entender que si está tranquilo no sólo avanza sino que tiene recompensa.
Enseñar un truco
Para poder enseñarle un truco a nuestro perro es importante saber qué le motiva. Con los perros jóvenes es muy fácil enseñarles cosas sabiendo que después quieren comer, perseguir la pelota o jugar a morder, pero con el paso del tiempo, estos suelen perder el interés ya que saben que a cierta hora van a acabar comiendo o ya les da pereza perseguir algo.
Cuando sabemos qué motiva a nuestro perro lo que haremos es primero mostrarles cuál será su recompensa por lo que le daremos de comer o le dejaremos la pelota según sea el caso. Si el perro lo que quiere es comer, lo guiaremos a realizar la acción que queremos que haga y cuando lo consiga lo recompensaremos efusivamente tanto con comida como con nuestro comportamiento. De esta manera el perro no solo verá que si hace esa acción obtiene comida sino que te ve feliz, algo que a ellos les encanta.
Es muy importante aplicar una palabra como “muy bien” o “sí” para hacerle entender que lo ha hecho bien, ya que más adelante iremos reduciendo la cantidad de premio que le damos hasta solo dejar la recompensa verbal. Hay quien usa el “clicker” para sustituir la palabra de felicitación.
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